La ley reconoce el derecho a no recibir llamadas directas o automáticas no deseadas con fines comerciales, es decir, el conocido spam telefónico, exceptuando que sean llamadas consentidas, para cumplir con una obligación legal o bien para proteger intereses vitales –emergencias, cuestiones de salud , etc.–, entre otros.

No debemos olvidar que a menudo, este consentimiento en recibir llamadas lo damos sin ser conscientes cuando aceptamos los términos y condiciones de algunas empresas. Por este motivo, antes de aceptar estas condiciones, debemos revisar detalladamente el contenido. Debemos ser especialmente prudentes a la hora de facilitar nuestro número de teléfono o cualquier dato de carácter personal en sorteos o promociones.

Llamadas de empresas con las que tenemos contrato

La ley permite que las empresas con las que tenemos contratado algún servicio realicen llamadas comerciales a sus clientes, siempre que tengan relación con productos o servicios de la misma empresa que sean similares a los ya contratados. En todo caso, está prohibido ceder datos personales a otras entidades de un mismo grupo empresarial con fines comerciales, sin el consentimiento específico y previo de la persona.

Al inicio de cualquier llamada que tenga como finalidad ofrecer productos o servicios, deben informarnos sobre la identidad de la empresa, indicar su finalidad comercial e informarnos sobre la posibilidad de revocar el consentimiento o ejercer el derecho de oposición al tratamiento de datos personales, a fin de no recibir más llamadas.

Cómo denunciar vulneraciones de la ley

Ante cualquier vulneración de derechos, es decir, tanto si se reciben llamadas sin consentimiento como si se ha ejercido el derecho de oposición y las empresas no lo respetan, pueden denunciarse los hechos en la Agencia Española de Protección de Datos , entidad encargada de asegurar el cumplimiento de la ley y de iniciar expediente sancionador contra las empresas que sigan realizando este tipo de llamadas comerciales o de publicidad sin consentimiento.