¿Son los drones un juguete?

Fecha: 12-07-2019 - Categoría: Consumo

A priori parece ser que sí, ya que los estantes de las tiendas de juguetes están llenos. Pero la realidad no es esa, son mucho más que eso. Uno de los aspectos que diferencian a los drones de los juguetes habituales para niños es que estos disponen de una ley que regula el vuelo.

Un dron es una aeronave, o sea no es un juguete cualquiera, aunque muchas familias les regalan como premio de fin de curso.

Quizás lo que a veces puede llevar a confusión es el precio del Dron, podemos encontrar a partir de 50 € y sirven tanto como juguete como para entretenerse. Pero, ¿quien regula el funcionamiento de estos vehículos?, pues la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) que depende del Ministerio de Fomento, que es quien regula el funcionamiento de este vehículos aéreos no tripulados. Todo lo que acabamos de comentar tiene una finalidad y es informarles de que disponer de un Dron implica el cumplimiento obligado de una serie de normas de seguridad, que se recogen en el decreto 1036/2017, en vigor desde el 30 de noviembre de 2017.


Continuando con el criterio que muchas veces los drones se utilizan como juguete, hay que destacar que la normativa es muy clara y no deja lugar a interpretaciones. Un uso irresponsable del dron puede costar vidas, por eso las multas son bastante importantes desde 225.000 € a 4,5 millones si el dispositivo se utiliza con fines profesionales.

Así pues, es importante saber que la diversión implica normas y vale la pena saber que se puede hacer y qué no se puede hacer antes de comprar un dron como juguete.
Así que vale la pena saber qué se puede hacer y qué no se puede hacer antes de sacar el dron y probarlo.

Si el dron pesa menos de 25 kilos se consideran de uso recreativo. Y como cada vez se venden más como uso recreativo la agencia AESA desarrolló una normativa que detalla lo que se puede hacer y lo que no:

• Sin perderlo de vista. No se puede alejarse a más de 500 metros del piloto ni elevarse a más de 120 metros.
• Si hace sol. Sólo se puede hacer volar de día, en condiciones meteorológicas adecuadas (sin niebla, lluvia ni viento) y en zonas adecuadas para hacerlo.
• Sin necesidad de formación. No hay que ser piloto, pero se debe hacer volar con seguridad. Los menores de edad deben estar acompañados por un mayor de 18.
• La importancia del seguro. Serás siempre responsable de los daños que pueda causar tu dron. Por ello es recomendable que tengas contratado un seguro a terceros.
• Cumplir la ley. La difusión de imágenes de personas o espacios privados necesitan la autorización de éstos. No hay que olvidar que hay que cumplir la Ley de protección de datos y la del derecho al honor, la intimidad y la propia imagen, y las restricciones de toma de imágenes aéreas, que dejan fuera zonas definidas por el Ministerio de Defensa y áreas dedicadas actividades como tiro, instrucción aérea.
• Alerta especial. No se puede hacer volar sobre núcleos urbanos o grupos de población, playas concurridas, carreras populares o festivales.
• Lugares prohibidos. No se puede hacer volar a menos de ocho kilómetros de aeropuertos y aeródromos, ni tampoco en espacios aéreos controlados dónde se realicen vuelos de baja altura (globo, parapente, paracaidismo, etc)
• El respeto es lo primero. No se puede poner en peligro o molestar terceros (otras aeronaves, personas y bienes terrestres).
 
Fuente: Eroski Consumer