Dependéncia energética relacionada con la salud

Fecha: 05-02-2020 - Categoría: Salud



 
La dependencia energética es la situación en que se encuentran todas aquellas personas que, para el mantenimiento de su salud, necesitan utilizar dispositivos con conexión eléctrica en su casa, concretamente:
  • Los equipos necesarios para administrar terapias respiratorias domiciliarias: oxigenoterapia, tratamiento del son, ventilación mecánica, monitorización infantil o nebulizadores.
  • Las bombas de perfusión (para la administración de líquidos por vía intravenosa o enteral) que requieren recarga de batería.
  • Los aparatos de diálisis peritoneal automatizada.
Dado que un corte de suministro eléctrico podría poner en riesgo la salud de estas personas, se les debe garantizar este servicio, por ley, de forma ininterrumpida.

Informe de salud sobre la dependencia energética

Es un documento, formalizado por profesionales asistenciales, que acredita que una persona se encuentra en situación de dependencia energética y que, por tanto, el suministro de energía eléctrica en su hogar es imprescindible para el funcionamiento de un equipo médico indispensable para mantener -la con vida. Esto significa que la compañía de la luz no puede interrumpir el servicio ni por impago ni por causas técnicas.

El informe se puede solicitar al centro de atención primaria (CAP) y se debe entregar a la compañía de suministro.

El documento es válido mientras no finalice el correspondiente suministro eléctrico del dispositivo médico.

Hay que tener en cuenta que el hecho de disponer del informe de dependencia energética no significa que no haya que pagar la luz. El certificado evita la suspensión del servicio por impago, pero si no se está en situación de pobreza energética, se genera una deuda con la compañía.

Dependencia energética y pobreza energética

La dependencia energética y la pobreza energética son conceptos diferentes.

La pobreza energética es la situación de una persona o de una unidad familiar que tiene dificultades para pagar los suministros básicos de electricidad, agua o gas de su vivienda, o que destina una parte elevada de sus ingresos a cubrir estos gastos.

Por lo tanto, una persona puede tener dependencia energética y no encontrarse en situación de pobreza energética, o al revés.

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