Volar con salud

Fecha: 30-08-2011 - Categoría: Salud


Los viajes en avión pueden costarnos algo más que dinero. El ambiente de la cabina de un avión es muy seco y equivale a una altura de entre 6.000 o 8.000 pies, cada despegue y aterrizaje nos pueden hacer soportar más presión atmosférica del habitual, en ocasiones viajamos a lugares con un horario oficial muy diferente del nuestro, los largos trayectos pueden empeorarnos la circulación de las piernas y también arriba d´un avión nos podemos marear.
Por todo esto consideramos oportuno haceros a mano estas recomendaciones para viajar de la forma más saludable posible.
Sequedad del aire: Hay que saber que el aire que se respira en una aeronave pressuritzada, es aire exterior calentado desde unos -50ºC hasta los 27ºC y posteriormente enfriado hasta una temperatura de confort que ronda los 23ºC. Estos cambios en la temperatura del aire tienen como consecuencia la bajada de la humedad relativa de la cabina pressuritzada que puede llegar a ser inferior al 10% en 30 minutos. Estas bajas concentraciones d´agua en el aire hacen que se resequen las mucosas. Esto se nota principalmente en la sequedad de los labios y el picor a los ojos. Hay que tener presente que también aumentarán las pérdidas d´agua a través de la respiración y de la piel.
Por palo•liar los efectos de los de la baja humedad en vuelos largos hace falta:
1. beber mucha agua, al menos y vaso de agua por cada hora de vuelo
2. evitar el consumo excesivo de alcohol
3. evitar el consumo excesivo de bebidas que aumentan la diüresi (cantidad de orina) como por ejemplo el café o tiene
4. utilizar crema hidratando por labios y piel
5. evitar el uso de lentilles.
Prevención de la trombosis venosa profunda: Puede afectar a todo aquel que esté sentado demasiadas horas seguidas, tanto en coche, como en buzo o avión. Se recomienda :
1. estirar las piernas de vez en cuando
2. no dormir en posiciones incómodas ni con las piernas cruzadas
3. vestir ropa ancho
4. beber mucha agua
5. no tomar medicación inductora de la son
6. usar medias de compresión si se tienen trastornos venosos previos.
Barotraumas: A medida que ascendemos en una aeronave, la presión atmosférica de la cabina disminuye, hasta un máximo correspondiente a una altura de 8.000 pies. Esto puede causar odontàlgies (dolor de muelas), dolor de cabeza u otalgia (mal de oreja). Unos son más frecuentes en el ascenso y otros en el descenso.
La primera recomendación es no viajar si se tiene un resfriado o gripe, una otitis o una sinusitis. El caso más frecuente se el mal de oreja que podemos palo•liar deglutiendo, masticando chicle, bostezando o haciendo la maniobra de Valsalva (expulsar aire suavemente con la boca y la nariz tapados).
Cinetosis: El mareo cuando se viaja en cualquier media de transporte se denomina cinetosi o mal de movimiento. Se puede prevenir pero no tratar. Se recomienda:
1. dormir suficientemente
2. evitar situaciones de estrés
3. masticar chicle
4. no viajar en ayunas ni tampoco comer demasiado antes del viaje
5. evitar beber líquidos
6. tomar “Biodramina” 30 minutos antes de salir.
Si se presentan los síntomas hace falta:
1. Abrir l´aire
2. Respirar despacio y profonament
3. Evitar movimientos bruscos de la cabeza
4. Fijar la mirada en un punto fijo hacia delante.
Jet lag: Se denomina así al trastorno de los ritmos circadians producido por los desfasas horarios al cruzar rápidamente (en aviones a reacción) más de 4 husos horarios. Los síntomas dependen del estado físico de las personas, del número de husos horarios cruzados y de la dirección del viaje. Se puede sufrir malestar general, somnolencia o insomnio, trastornos digestivos y cansancio. Generalmente los vuelos en dirección Oeste-Este tienen una re sincronización más difícil. No se recomienda tomar “Melatonina”. A lo sumo la resincronización dura una semana.