Reducir el derroche de alimentos.

Fecha: 09-01-2012 - Categoría: Alimentación

Planificar vuestras compras: pensar antes los menús de las comidas de la semana. Revisar los ingredientes a la nevera y los armarios y, a continuación, escribir una lista de la compra sólo para los extras que necesitáis.
Fijaos en las fechas: si no habéis pensado de consumir en breve un producto con una fecha de caducidad cercana, buscáis otro con una fecha más lejana o pensáis a comprarlo el día que lo vais a consumir.
Tened en cuenta vuestro bolsillo: desaprovechar la comida significa derrochar el dinero.
Mantened la segura de la nevera: revisáis el *estanquitat de las puertas y la temperatura del refrigerador. Los alimentos se tienen que conservar entre 1 y 5 ºC para la máxima frescura y longevidad.
Rotación: cuando compráis alimentos nuevos col•*loqueu todos los productos más antiguos que tengáis a la despensa y la nevera a la parte del delante. Col•*loqueu los alimentos nuevos a la parte posterior para reducir el riesgo de encontrar un alimento con moho en los compartimentos donde guardáis los alimentos.
Aprovecháis al máximo las sobras: en lugar de lanzar las sobras a la basura, las podéis utilizar para las comidas del día siguiente, o congelarlas para otra ocasión. La fruta que está más madura se puede utilizar para hacer batidos o pastel de fruta. Con las verduras que están empezando a marchitar se pueden hacer sopas.
Servís cantidades pequeñas de comer dando por sentado que todo el mundo puede repetir, una vez haya dejado el plato limpio.
Conserváis los alimentos de acuerdo con las instrucciones del envase.
Congeláis: si consumís sólo una pequeña parte de la barra de pan, congeladlo cuando llegáis a casa y sólo tendréis que sacar unas cuántas lonchas un par de horas antes de que las necesitáis. Del mismo modo, congeláis los alimentos que hayáis cocinado en porciones adecuadas para tener la comida a punto para las noches en que os encontráis demasiado cansado para cocinar.
Convertíd los residuos en alimento para las plantas: algunos residuos de alimentos son inevitables; por lo tanto, por qué no crear un cubo de compostaje para las cáscaras de frutas y verduras? En pocos meses, obtendréis un adobo rico y valioso para vuestras plantas. Si tenéis restos de comer cocinado, un compostador de cocina os servirá.

Font: ACSA (Generalitat de catalunya)