Nomofobia, miedo irracional a no llevar el teléfono móvil encima.

Fecha: 19-12-2011 - Categoría: Consumo

No hay nada censurable a querer estar en contacto con amigos, familiares o el trabajo mediante el teléfono móvil, muchos universitarios dependen de sus teléfonos móviles para obtener información o encontrar el apoyo de sus familias, que en ocasiones están lejos de ellos. Los padres usan el teléfono móvil para supervisar las actividades de los niños a distancia y los adolescentes usan el teléfono móvil para obtener su libertad y para evitar la supervisión de los padres.

Pero cuando no lo apagamos en ningún momento, siempre estamos pendientes de este dispositivo y sentimos un miedo irracional ante la perspectiva de no traerlo encima, estamos pisando el enfermizo terreno de la dependencia y la obsesión.

La nomofobia (del inglés no mobile phobia) es el miedo irracional a no llevar el móvil encima, derivado de un uso patológico de la telefonía móvil. Se trata de una adicción más que engrosa la larga lista ya existente. La adicción al móvil se traduce en un mayor uso del teléfono móvil, el envío y recepción de e-mail, SMS, y MMS, la consulta permanente de noticias y la consulta de su teléfono móvil a la hora de dormir.

Hay estudios que concluyen que alrededor del 53% de los usuarios de teléfonos móviles presentan un cuadro de *nomofobia, y que afecta más al sexo masculino. Ahora un estudio de la Universidad de Granada concluye que el 8% de los estudiantes universitarios españoles también la sufren.

Algunos autores señalan a la nomofobia como una de las últimas enfermedades provocadas por las nuevas tecnologías, esta es sólo un síntoma más de la adicción al móvil.
En algunos casos la dependencia del móvil puede encuadrarse dentro de las denominadas adicciones sin drogas. "Las adicciones sin sustancias presentan un similar perfil clínico y enfoque terapéutico que las químicas o drogodependencias”

La nomofobia se manifiesta en síntomas como ansiedad, malestar general, enfado o inquietud, negación, ocultación y/o minimización del problema, sentimiento de culpa y disminución de la autoestima. Los que la sufren necesitan estar físicamente junto a su teléfono móvil, no pueden salir de casa sin el teléfono móvil y , si lo pierden o se los rompe, se sienten frustrados, enojados y aislados. En algunos casos, la dependencia del móvil ocasiona intolerancia, dependencia y síndrome de abstinencia con patrones conductuales perniciosos, como lo hacen algunas drogas.

Los estudios de la Organización Mundial de la Salud indican que una de cada cuatro personas sufre trastornos de la conducta relacionados con las nuevas adicciones, las cuales suelen iniciarse con una conducta ocasional que aumenta de frecuencia hasta convertirse en patológica. Estas adicciones pasan más inadvertidas porque son procesos de uso habitual e incluso necesario en muchos niveles laborales, y son más aceptadas socialmente porque, es tan sólo cuestión del tiempo que le dedicamos.

No olvidamos pero que la noche es para descansar y dormir, que la hora de las comidas es para comer y hablar con los compañeros de mesa y que a clase se va a estudiar. Ponemos el móvil a su lugar!!!